Las situaciones más difíciles por las que puede pasar un niño o niña son la separación de los padres o el fallecimiento de algún familiar cercano.
Los niños y adolescentes juegan un papel importante en toda separación, ya que sufren las consecuencias de las decisiones que los adultos toman. Esto les pone en una situación que en muchos casos les lleva a elegir entre quedarse con un padre u otro, abandonar su casa y sus rutinas, disponer de menos recursos, sentir que no controlan la situación, tomar partido por uno de los padres, entre muchas otras.
No todas las separaciones tienen que ser traumáticas para los hijos. Hay muchos recursos que unos padres que han decido separarse pueden utilizar para facilitar la adaptación a la nueva situación de sus hijos. Pero en el caso de que ya hayan aparecido sus consecuencias negativas también hay formas de ayudarlos para mejorar la aceptación de las nuevas circunstancias.
En el caso del fallecimiento de un familiar, acompañamos a los niños y adolescentes en el difícil proceso de aceptar la pérdida de esa persona significativa de su vida, y se les ayuda a elaborar su duelo con el fin de evitar los trastornos posteriores que su no realización podría acarrear.