La ansiedad es un sentimiento de aprehensión o miedo, cuya fuente no siempre se conoce o se reconoce, hecho que en sí mismo constituye un sufrimiento a agregar al que ya se siente.
La intervención terapéutica conjuga, normalmente, tratamientos específicos, en función del diagnóstico principal, con otros de carácter más general o contextual, en función de las características personales y circunstancias del paciente. Normalmente, las primeras intervenciones van encaminadas a reducir los síntomas de ansiedad y la incapacitación que producen. Posteriormente se analizan y tratan los factores que originan y/o mantienen la ansiedad y otras alteraciones que puedan acompañarla.
TIPOS DE TRASTORNOS DE ANSIEDAD
- Ansiedad generalizada; La persona se preocupa todo el tiempo por su familia, su salud y su trabajo, aún cuando no hay motivo.
- Fobias específicas; Miedo y reacción desproporcionada, irracional y fuera de control voluntario del sujeto.
- Fobia social; El miedo excesivo en situaciones en las que la persona puede estar siendo observada de cerca y juzgada por otros.
- Agorafobia y/o ataques de pánico; Temores relacionados con lugares públicos donde hay mucha gente.
- Obsesiones; Pensamientos, impulsos o imágenes no deseados.
- Compulsiones; Conductas repetitivas o «rituales» que la persona realiza de un modo determinado.
- Estrés emocional; Ocurre en situaciones consideradas difíciles o inmanejables.
- Estrés físico; Reacción física del cuerpo a diversos elementos desencadenantes. A menudo lleva al estrés emocional, experimentándose frecuentemente como un malestar físico.
- Fobia social; El miedo excesivo en situaciones en las que la persona puede estar siendo observada de cerca y juzgada por otros.